PARA LAS MUJERES EN EL PERÚ
PERÚ
1. Introducción
Las Mujeres en el Mercado Laboral[1]
América Latina se encuentra enfrentando problemas de larga data que se han ido agudizando y tomando nuevas dimensiones: la pobreza, la inequidad y la exclusión. Uno de los factores determinantes de esta situación es la crisis del trabajo remunerado, donde las mujeres se encuentran particularmente afectadas por sesgos discriminatorios de segregación en sectores de actividad con menor productividad, flexibilización y precarización, mayor vulnerabilidad a situaciones de desempleo y subocupación, y discriminación salarial.
Los impactos en términos de género han significado también cambios sustantivos. En primer término, se observa un incremento sostenido de la participación de las mujeres, fenómeno al que se suele aludir como "feminización del mercado laboral". Esta incorporación de las mujeres al mercado de trabajo adquiere características de tendencia de largo plazo y de carácter estructural. Por otro lado, varió la forma de inserción laboral de las mujeres, asimilándose a los patrones masculinos, es decir, el ingreso en edades jóvenes que se sostiene a lo largo de la vida y declina recién en el período de retiro al culminar la edad adulta, sin las intermitencias que en otras épocas se asociaban a la etapa reproductiva.
El incremento de la participación femenina en el ámbito del trabajo remunerado, es superior en América Latina y el Caribe, que en otras regiones del mundo, debido a al expansión del sector de los servicios, tradicionalmente empleador de mano de obra femenina y la reducción del empleo industrial que emplea básicamente mano de obra masculina.
Pese a lo intenso de estos cambios, todavía persiste un patrón ideal de trabajo que se caracteriza de la siguiente manera: el trabajo de tiempo completo, que se mantiene a lo largo de la mayor parte de la vida, basado en relaciones laborales formales, desempeñado sobre todo por hombres, capaces de satisfacer con su salario, todas o buena parte de las necesidades de su familia. Las mujeres, cuya responsabilidad principal son las actividades ligadas a la reproducción, cuando participan del mercado de trabajo lo hacen como trabajadoras secundarias, con salarios considerados complementarios al ingreso principal que aporta el hombre, más allá de que en numerosos casos esto no se corresponda con la realidad. Como si fueran capas superpuestas, las imágenes se mantienen y sobreviven pese a los cambios en las prácticas concretas.
El juego del libre mercado desconoce a quienes no pueden sostener un trabajo formal y regulado. Las mujeres se encuentran perjudicadas en un doble sentido por la persistencia de este patrón. Por una parte, porque en su trabajo remunerado reciben un salario menor al de los hombres por tareas similares, con una inserción en términos relativos más precaria. Por otra parte, porque su trabajo no remunerado tampoco es considerado sujeto de derechos.
En los períodos de crisis, las mujeres suelen actuar como el último recurso para proveer a sus familias, aceptando trabajos informales y precarios como el caso de las trabajadoras del hogar, las mineras y/o campesinas quienes trabajan por más de doce horas y muchas de ellas en situaciones infrahumanas. Esto ha obligado a otro gran número de mujeres a trabajar fuera de su país, lejos de los suyos, en la búsqueda de una mejor remuneración salarial que no necesariamente cumple las expectativas.
La migración constituye otro factor que adquirió una dinámica explosiva al compás del proceso de globalización en curso. Hay un incremento notable de las mujeres en los procesos migratorios, con una tendencia a ocuparse en el sector de los servicios, particularmente el servicio doméstico.
Teniendo en cuenta esta situación, y las particularidades existentes en nuestro país, convocamos al Concurso para Fortalecimiento de Buenas Prácticas “Equidad de género y mejores oportunidades de empleo de las mujeres en el Perú”, que estará abierto a todas las organizaciones sociales, grupos de mujeres, feministas, asociaciones, ONGs, e instituciones gubernamentales del Perú.
2. Marco institucional de la convocatoria
El Concurso se desarrolla en el marco del Proyecto PARES - Iniciativa Regional para la Igualdad de las Mujeres en el Ámbito Laboral–GENRE/2005/16823-9, coordinado por Alter Vida (Paraguay) en estrecha cooperación de la Red Mujer y Hábitat-LAC y cuenta con la co-financiación de la Unión Europea.
La convocatoria se lleva a cabo en 4 países de América Latina: Argentina, Paraguay, Colombia y Perú y se ejecuta a través de los Centros de Iniciativa de la Red Mujer y Hábitat: CISCSA (Argentina), la Asociación de Vivienda Popular Simón Bolívar (Colombia) y el Centro de la Mujer Peruana Flora Tristán (Perú). A lo largo de sus tres años de implementación, el Proyecto PARES pretende:
Sensibilizar a autoridades y actores claves del ámbito laboral sobre los potenciales efectos negativos en la mujer que traen aparejados la liberalización del comercio y la privatización de servicios públicos, cuestiones que pueden derivar en la feminización del trabajo precario.
Contribuir al desarrollo de las capacidades locales en el área de los derechos de empleo con medidas específicas orientadas a la promoción de la equidad de género.
Promover el desarrollo de experiencias, la difusión de lecciones aprendidas y la aplicación de diferentes abordajes que estimulen la equidad de género a través de la articulación entre organizaciones de la sociedad civil e instituciones de gobierno.
3. Finalidad del Concurso
En este marco, el Programa PARES convoca al Concurso para Fortalecimiento Buenas Prácticas “Equidad de género y mejores oportunidades de empleo de las mujeres en Perú” con el objetivo de identificar, reconocer, fortalecer, ampliar y/o profundizar experiencias orientadas a promover la equidad de género que algunas organizaciones vienen desarrollando con el propósito de mejorar las condiciones tácticas y/o estratégicas de las mujeres para acceder a empleos remunerados en áreas urbanas de Argentina.
La idea eje del Concurso es proveer recursos que serán destinados al fortalecimiento, profundización, ampliación, réplica o difusión de la práctica seleccionada.
4. Características y condiciones del Premio
La dos organización cuyas prácticas sean seleccionadas, recibirán un monto de $7,000 (dólares americanos) cada una, la que deberá ejecutarse en un plazo máximo de 6 meses. Este monto será entregado a la entidad beneficiaria en dos momentos:
- 50% al seleccionar la propuesta.
- 50% al promediar la ejecución de las acciones pautadas, luego de la presentación del correspondiente informe de avance
La propuesta presentada por la organización para el fortalecimiento de la práctica seleccionada deberá ser desarrollada con los fondos aportados por el Programa PARES a los deben sumarse al menos un 20% de recursos propios que podrán proceder de fondos de la organización, de los beneficiarios o de otras instituciones privadas o públicas involucradas en la ejecución de la propuesta.
5. Requisitos para las entidades solicitantes
Podrán participar del Concurso para Fortalecimiento de Buenas Prácticas “Equidad de género y mejores oportunidades de empleo de las mujeres en el Perú” aquellas instituciones públicas, privadas y comunitarias de la República Argentina que cumplan los siguientes requisitos:
- Deben estar legalmente constituidas y al día en el cumplimiento de sus obligaciones y pagos fiscales y laborales.
- Demostrar una experiencia mínima de 2 años de funcionamiento en un marco de respeto a los derechos humanos fundamentales.
- Estar desarrollando en la actualidad – o haber desarrollado al menos durante seis meses - una práctica contextualizada en el territorio argentino, orientada a promover la equidad de género o a mejorar condiciones tácticas y estratégicas de las mujeres para acceder a empleos remunerados en áreas urbanas. No se excluyen prácticas informales o productivas siempre que estén auspiciadas por instituciones legalmente constituidas.
- Elaborar una propuesta de fortalecimiento, profundización, ampliación, réplica y/o difusión de dicha práctica en condiciones de ejecutarse en un plazo máximo de 6 meses.
- Contar con la capacidad institucional y las competencias técnicas para llevar adelante la propuesta de fortalecimiento presentada. Capacidad que deberá seguir vigente una vez finalizada la ejecución de la propuesta de modo de garantizar la sostenibilidad de la misma.
- Poseer una infraestructura adecuada que garantice la capacidad operativa necesaria para ejecutar propuesta presentada y sus acciones futuras.
Las organizaciones interesadas en postularse a la convocatoria deberán elaborar su propuesta y enviarla antes del 15 de abril de 2008 – vía mail o correo postal – en función de las orientaciones dadas en la Guía para presentar propuestas de fortalecimiento de prácticas
[1] Extraído del Material Equidad en el Empleo, Diagnóstico de Argentina, Colombia, Paraguay y Perú. Texto: Norma Sanchís, Red Internacional de Género y Comercio, Capítulo Latinoamericano.
Mayor información www.flora.org.pe
